La Terapia Zahorí es la denominación que utilizo para nombrar mi modelo de trabajo porque pretende en última instancia la búsqueda de los recursos interiores para lograr nuestro bienestar.
Esta terapia aplica distintas técnicas procedentes del Reiki favoreciendo un reequilibrio y armonización energética, la Osteopatía Craneosacral realizando un contacto profundo con el cuerpo físico para su recolocación y potenciación de los recursos y del sistema inmunitario y, a través de los Registros Akashicos potenciando la recepción de información del momento actual en el que estás.
Esta técnica, no pretende la sanación, sino la activación de tu sistema de sanación inherente. Mediante una conexión profunda con dicho sistema, se produce un reajuste, una recolocación de tu cuerpo, un acceso a información, para mejorar cualquier aspecto de tu vida, física, mental, emocional y espiritual.
A través de una honda relajación que pretende lograr la frecuencia cerebral Theta, se alcanza un estado de intensa paz y “Conexión espiritual”, estado mental en el que conscientemente creamos nuestra realidad; una reconexión y escucha activa de nuestro Yo más profundo, acompañado de las percepciones y sensaciones que percibe y transmite el terapeuta e impulsando un proceso de auto sanación a todos los niveles, de plenitud y armonía, potenciando los recursos interiores y liberando bloqueos y nudos físicos, emocionales y mentales.
En la sesión puede ser experimentado el acceso al Inconsciente para traerlo al Consciente. Dado que se trata de realizar una mirada al interior para poderlo ver desde fuera, con otra perspectiva.
Se produce una activación del sistema parasimpático y una relajación del sistema simpático para permitir el equilibrio de los hemisferios cerebrales.
En todo caso, se trata de un viaje sutil y al mismo tiempo muy profundo y efectivo, aventurarse al conocimiento de tu cuerpo y de lo que verdaderamente necesitas sanar en este momento de tu vida. Dejándote llevar, confiando en la inteligencia superior de tu sistema, éste es el que marcará las prioridades y el tempo de TU proceso.
Hace años, me encontraba débil, con las defensas bajas, cogiendo virus, somatizando enfermedades inexplicables, con dolores de cabeza continuos, cambios de humor frecuentes, inseguro, con poca confianza en mi mismo, incapaz muchas veces de expresarme o de ni siquiera saber lo que me pasaba o lo que quería.
Casi por casualidad y gracias a una amiga, hice un curso de iniciación de Reiki, aquel fue un cambio de rumbo en mi vida de 180º, cada vez me encontraba mejor, por lo que hice un segundo nivel de Reiki, me empecé a conocer como jamás imaginé a aceptarme, a quererme y poder expandir toda esta satisfacción hacia afuera.